Los efectos perjudiciales del sol excesivo y los radicales libres pueden deteriorar la calidad de nuestra piel precozmente a quienes practican de forma habitual algún deporte al aire libre.
El envejecimiento prematuro de nuestra piel es uno de los efectos estéticos que puede suponer el realizar deporte al aire libre. Por ello, deberemos protegernos de forma adeucada, ya que las radiaciones pueden ocasionar el envejecimiento cutáneo prematuro y manchas en la piel. Las exposiciones prolongadas, haciendo deporte al aire libre, provocan un desgaste a nivel celular y una pérdida de minerales imprescindibles para evitar el envejecimiento. El sudor produce un aumento de la sensibilidad cutánea al sol, favoreciendo las quemaduras ya que produce una alteración en la capa más externa de la piel.
Los factores que más influyen en ello son:
– Los rayos ultravioleta del sol.
– La contaminación ambiental.
– El ejercicio desmedido.
El ejercicio en exceso provoca envejecimiento prematuro, produciendo una sobrecarga de radicales libres que dañan distintos tejidos del cuerpo. Por este motivo, los deportistas se someten a regímenes de alimentación y descanso más estrictos.
El sol no incide de igual forma en todas las zonas, ya que unas resultan ser más sensibles que otras. Así, en el rostro son más sensibles las “patas de gallo”, las arrugas horizontales de la frente, y las arrugas que forman los pliegues del entrecejo, las cuales se acentúan al hacer esfuerzos continuados. También sufren las consecuencias del sol el escote y los labios.
Y todo ello se acentúa si el ejercicio se realiza en alturas considerables o cerca del mar.
Los deportes de alta montaña pueden provocar mayores daños en la piel porque la protección atmosférica es mucho menor y la reflexión solar que produce la nieve es muy alta (80%). Esa reflexión sigue siendo importante en la práctica de deportes acuáticos o en la playa, por los unos índices de reflexión de la arena (>15%) y del agua (5%).
¿Cómo evitar los efectos perjudiciales?
· Disminuyendo las actividades deportivas en el horario de mayor intensidad solar.
· Protegiéndose del sol con crema solar, con la elección de un factor de protección adecuado a nuestro tipo de piel y a la intensidad de los rayos UVA, y aplicándola media hora antes de la actividad.
· Mediante antioxidantes naturales, como son los frutos rojos, ácidos grasos, selenio, zinc y el silicio orgánico. La alimentación resulta de gran importancia, ya que ayuda a aumentar nuestra resistencia al sol, erradicando hasta un 30% de los radicales libres.
En conclusión, la practica de deporte al aire libre es altamente beneficiosa y recomendable para nuestra salud, si bien el adoptar los hábitos que antes mencionamos, nos ayudarán a proteger nuestra piel de las posibles agresiones que pudiese sufrir.
Fuente: http://www.correryfitness.com