¿Cuándo empezamos a depilarnos las mujeres? ¿Siempre hubo ese culto al no-vello? Hoy queremos contarte la historia de la depilación.
Depilación desde la prehistoria
Sí, aunque no lo creas: nos depilamos desde la época prehistórica. Se han encontrado en las cuevas piedras con filo que se utilizaban para que los hombres se quitaran el vello de la cara. Aunque probablemente quienes se iniciaron en este ritual fueron los antiguos egipcios, quienes tenían altos conceptos estéticos y de higiene.
La primera crema depilatoria se hacía de sangre de animales, tortugas, gusanos o grasa de hipopótamos, y las ceras se hacían con azúcar, agua, limón, aceite y miel; o con sicomoro -un árbol sagrado-, savia y pepino. También se utilizaban navajas de sílex, cobre y hierro, y la obsesión llegó hasta tal punto que una persona no podía entrar a un templo si no estaba depilado.
En Grecia, el cuerpo depilado era un ideal de belleza, juventud e inocencia. En general, solo las clases sociales más altas se depilaban completamente, incluso el vello púbico. Para hacerlo utilizaban velas para quemar la piel, piedra pómez, ceras hechas de sangre animal, resina y minerales, y crema depilatoria hecha de vinagre y tierra de Chipre.
Las romanas depilaban su vello púbico apenas comenzaba a crecer durante la adolescencia, y en los baños públicos existían una zona específica para depilarse. Se utilizaban pinzas, resina y una cera hecha a base de alquitrán. Eran los esclavos quienes se encargaban de depilar.
En la India siempre se utilizó la técnica de hilos y navajas de cobre, y la depilación del vello púbico era un acto erótico. A su vez, los musulmanes se depilan para mantener sus cuerpos limpios.
Desde la Edad Media hasta la actualidad
Durante la Edad Media las mujeres siguieron depilándose, e incluso muchos castillos tenían una habitación específica para la depilación. La precursora de esta moda fue la reina Elizabeth I. Se utilizaban cada vez más las navajas y las pinzas, aunque seguían las cremas -una poco recomendable era la de cal viva y arsénico para las cejas- y las ceras depilatorias.
En la misma época, pero en América, los aborígenes solían depilarse también, especialmente los nativos que vivían en la que hoy es Argentina, llamados “frentones” por los conquistadores españoles ya que eliminaban todo el vello de la cara, incluidas las pestañas y cejas.
En el siglo XVIII se inventó la primera afeitadora, más similar a las que utilizamos hoy en día. La idea fue del barbero francés Jean Jacques Perret. Pero no fue hasta 1903 cuando Gillette inventó la primera maquinita con hojas intercambiables.
Treinta años después se inventó la primera eléctrica. Remington inventó en 1940 la primera maquinilla eléctrica especialmente ideada para mujeres, que en esos momentos ya se depilaban piernas y brazos por razones de moda -las faldas y las mangas cortas-.
Pero tal vez la mayor revolución sucedió en 1960, cuando se creó el láser RUBY, el primero que se utilizó con fines dermatológicos y estéticos. Aunque no se empezó a utilizar como depilación hasta el año 1994.
En la historia contemporánea, el primer lugar que las mujeres se depilaron completamente fueron las axilas, debido a los vestidos sin mangas que comenzaron a utilizarse por el año 1915. A partir de la mitad de la década de 1920, también se añadieron las piernas, gracias a las faldas cada vez más cortas. A mitad de siglo, sumamos a la rutina la depilación íntima, y quitar el vello se convirtió en la norma y no en la excepción.