Darse un chapuzón en la piscina es, sin duda, uno de los placeres del verano. Con un poco de prevención y simples cuidados al salir del agua, podremos disfrutar del baño sin consecuencias posteriores.
CUIDADO CON EL CLORO
El cloro evita que la piscina sea una sopa de gérmenes (aunque cada día hay más alternativas ecológicas), pero también es el responsable de resecar la piel, deteriorando su manto graso protector. Tengamos en cuenta que el pH del agua es de 7, cuando el de la piel es de 5,5, lo cual supone que la piel se reseque … y eso sin añadir cloro.
Ducharse al salir del agua e hidratar la piel mitigará las consecuencias del cloro en la piel.
EL AGUA Y SU DUREZA
Las agua duras, presentes en buena parte del litoral mediterráneo español, presentan una composición con mayor concentración de minerales, lo que produce un mayor número de casos de eccemas por dermatitis atópica.
Podremos minimizar los efectos de la cal sobre la piel aplicando cremas barrera y productos de higiene formulados para pieles atópicas.
PROTEGE TUS OJOS
El cloro y la cloramina pueden producir el enrojecimiento de los ojos. Por ello, se hace imprescindible el uso de gafas de natación o buceo para evitar rojeces, escozores y picores, así como no prescindir de las de sol fuera del agua para que la exposición prolongada al sol no llegue a provocar irritación. También quitarse las lentillas a la hora del baño, a fin de evitar hongos y bacterias. Por último, y en caso de notar dolor o irritación en nuestros ojos tras la jornada de piscina, deberemos lavarlos con suero fisiológico, aplicando unas gotas de lágrima artificial.
EVITA QUE TU PELO CAMBIE DE COLOR
El sulfato de cobre es una sustancia de color azulado que se agrega al agua para eliminar los hongos. La mezcla de ese azul y el amarillo de algunos pelos dorados puede acabar por convertir un pelo rubio en un pelo verde, aunque podemos proteger nuestro pelo con aceites capilares o mascarillas que crearán una película impermeable.
CUIDA TUS ZONAS ÍNTIMAS
Mantener el bañador mojado es una invitación a la aparición de hongos vaginales. Para evitarlos, bastará con cambiarnos el bañador después de usar un jabón íntimo con un pH específico para la zona genital (pH 5-5,2), ya que el gel de ducha corporal tiene un pH diferente y puede resultar agresivo para la flora vaginal”.
Ya veis qué fácil es disfrutar de la piscina sin poner en riesgo nuestra salud y belleza.
Y ahora … ¡ al agua patos !